Las aplicaciones de la tecnología de la cadena de bloques o “blockchain” en la cadena de suministro y en el comercio internacional tienen el potencial de mejorar la velocidad, la transparencia y los costes en transacciones de topo tipo de manera espectacular y al mismo tiempo de aportar información precisa en tiempo real sobre el estado y la situación de los bienes y los inventarios a lo largo de la cadena de suministro.